¡Hola, mis queridos amantes de la pastelería fina y las delicias italianas! Imaginen esa cáscara dorada, crujiente y burbujeante, que se rompe en tu boca para revelar un relleno sedoso y delicado. Una crema de ricota ligera, con la dulzura perfecta, y esos trocitos de chocolate que le dan una explosión de sabor en cada mordisco. ¡Es una combinación de texturas y sabores que es pura poesía para el paladar! Esta receta no es solo para comer, ¡es para crear magia en la cocina! Así que pónganse sus delantales, porque vamos a hacer historia con este postre.
Ingredientes
Para la Masa de los Cannoli:
2 tazas de harina de trigo todo uso
2 cucharadas de azúcar granulada
1/2 cucharadita de sal
2 cucharadas de manteca de cerdo o mantequilla sin sal derretida
1 huevo grande
1/4 taza de vino blanco seco o marsala (si lo tienes, ¡le da un sabor espectacular!)
1 cucharadita de vinagre blanco
Aceite para freír (vegetal o de maní)
Moldes metálicos para cannoli
Para el Relleno de Crema de Ricota:
2 tazas (500g) de queso ricota fresco, bien escurrido
3/4 taza de azúcar glas, tamizada
1 cucharadita de extracto de vainilla
1/2 taza de gotas de chocolate amargo
1/4 taza de cáscara de naranja confitada picada (opcional, ¡pero recomendado!)
Para Decorar:
Azúcar glas para espolvorear
Pistachos picados (opcional)
Instrucciones
Prepara la masa de los cannoli: En un bol grande, mezcla la harina, el azúcar y la sal. En otro bol, bate el huevo con el vino y el vinagre. Vierte esta mezcla y la manteca derretida sobre los ingredientes secos. Mezcla con las manos o con una batidora de pie hasta que se forme una masa homogénea y suave. Amasa durante 5-10 minutos, o hasta que esté elástica. Envuelve la masa en film transparente y déjala reposar a temperatura ambiente durante al menos 30 minutos.
Forma los cannoli: Divide la masa en 4-5 porciones. Con un rodillo o una máquina de pasta, estira cada porción hasta que quede muy fina (unos 1-2 mm de grosor). Corta la masa en círculos u óvalos de unos 10-12 cm de diámetro. Envuelve cada pieza de masa alrededor de un molde de cannolo, sellando los bordes con un poco de agua o clara de huevo.
Fríe los cannoli: Calienta el aceite en una olla profunda a unos 180°C (350°F). Fríe los cannoli (con los moldes aún puestos) durante 1-2 minutos por lado, o hasta que estén dorados y crujientes. Retíralos del aceite y colócalos sobre papel de cocina para que escurran. Deja que se enfríen por completo antes de retirar con cuidado los moldes.
Prepara el relleno de crema de ricota: En un bol, bate la ricota escurrida con el azúcar glas y el extracto de vainilla hasta obtener una crema suave y sin grumos. Con una espátula, incorpora suavemente las gotas de chocolate amargo y la cáscara de naranja confitada (si la usas). Refrigera la crema durante al menos 30 minutos para que se asiente.
Rellena y decora: Justo antes de servir, transfiere el relleno a una manga pastelera. Rellena cada cannolo por ambos lados hasta que el centro esté lleno. Espolvorea con azúcar glas y decora los extremos con pistachos picados si lo deseas.
¡Sirve y disfruta! ¡Tus cannoli sicilianos caseros están listos para deslumbrar a todos! Rellenarlos justo antes de servirlos garantiza que la masa se mantenga crujiente.
¡Y ahí lo tienen, mis cocineros audaces! ¡Una verdadera obra maestra de la pastelería italiana en sus propias manos! No hay nada como el orgullo de crear algo tan delicioso desde cero. No olviden compartir sus fotos y videos en las redes, para que yo pueda ver sus creaciones! ¡A disfrutar de esta delicia que es pura tradición y sabor!
