Hace muchos años atrás los antecesores acostumbraban a llevarle pan y agua todos los domingos a los niños que bautizaban, o mejor dicho a sus “ahijados”. Como el tiempo fue pasando, se acostumbro a dar dinero.
Pero con el paso del tiempo y nuevas épocas, todo ha cambiado, los padrinos de ahora no estén cumpliendo con su verdadera tarea, es una gran responsabilidad y la tienen que afrontar como se debe, ya que en un momento decidieron adquirir este gran gesto.
Es por esto que en la iglesia católica y con la ayuda de las autoridades mexicanas han llegado a la conclusión que los padrinos no cumplan con las obligaciones, tales como dar domingo, se acumulan hasta que los niños sean mayores de edad y puedan reclamar el monto total.
Estas dichas demandas serán penales y podrán alcanzar hasta 6 años de cárcel, en caso de no remunerar económicamente al bautizado afectado. Con esto se espera que las tradiciones no se pierdan y los padrinos se vuelvan un poco más responsables con sus ahijados.
L. González
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