Ingredientes:
Para empezar, necesitas reunir los siguientes ingredientes:
200 g de harina de trigo
50 g de cacao en polvo sin azúcar
1 cucharadita de bicarbonato de sodio
1/2 cucharadita de sal
115 g de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
100 g de azúcar granulada
100 g de azúcar moreno
1 huevo grande
1 cucharadita de extracto de vainilla
200 g de chispas de chocolate (puedes mezclar chocolate negro, con leche y blanco)
Precalentar el horno:
Precalienta tu horno a 175°C y cubre una bandeja para hornear con papel pergamino. Este paso asegurará que las galletas no se peguen y se horneen de manera uniforme.
Mezclar los ingredientes secos:
En un bol, tamiza la harina, el cacao en polvo, el bicarbonato de sodio y la sal. Reservar esta mezcla para integrarla más tarde con los ingredientes húmedos.
Preparar la mezcla de mantequilla y azúcar:
En un bol grande, bate la mantequilla con el azúcar granulada y el azúcar moreno hasta obtener una mezcla cremosa y esponjosa. Este proceso debería tomar alrededor de 2-3 minutos, asegurándote de que todo el azúcar se haya disuelto correctamente.
Agregar huevo y vainilla:
Añade el huevo y el extracto de vainilla a la mezcla de mantequilla y azúcar. Bate bien hasta que todos los ingredientes estén completamente integrados, asegurándote de que la mezcla sea suave y homogénea.
Combinar con los ingredientes secos:
Gradualmente, incorpora la mezcla de harina y cacao a la mezcla húmeda. Bate a baja velocidad hasta que esté bien combinado, pero evita batir en exceso para no desarrollar demasiado el gluten de la harina, lo que podría hacer que las galletas queden duras.
Agregar las chispas de chocolate:
Incorpora las chispas de chocolate a la masa, mezclando con una espátula o cuchara de madera hasta que estén bien distribuidas por toda la masa. Este paso garantiza que cada galleta tendrá una generosa cantidad de chocolate.
Formar las galletas:
Utiliza una cuchara para helado o una cuchara grande para formar bolas de masa. Colócalas en la bandeja para hornear, dejando unos 5 cm entre cada galleta para que puedan expandirse sin pegarse unas a otras.
Hornear:
Hornea las galletas durante 10-12 minutos, o hasta que los bordes estén firmes pero el centro aún esté suave. Las galletas continuarán cocinándose un poco después de sacarlas del horno, por lo que es importante no dejarlas demasiado tiempo.
Enfriar:
Deja enfriar las galletas en la bandeja durante 5 minutos antes de transferirlas a una rejilla para que se enfríen completamente. Este enfriamiento adicional ayudará a que las galletas mantengan su forma y textura.
Consejo Extra:
Para un toque aún más especial, puedes añadir una pizca de sal marina gruesa en la parte superior de las galletas recién salidas del horno. Esto realzará el sabor del chocolate de manera increíble, creando una experiencia de sabor verdaderamente inolvidable.
Consejo Extra:
Para un toque aún más especial, puedes añadir una pizca de sal marina gruesa en la parte superior de las galletas recién salidas del horno. Esto realzará el sabor del chocolate de manera increíble, creando una experiencia de sabor verdaderamente inolvidable.