Un reciente estudio llevado a cabo por la Universidad George Washington en colaboración con ConsumerLab.com ha puesto en alerta a los consumidores de chocolate en Estados Unidos. La investigación, centrada en la presencia de metales pesados en chocolates negros y productos de cacao, ha revelado que una alarmante cantidad de marcas supera los límites máximos permitidos de plomo y cadmio.
El análisis, que abarcó productos adquiridos entre 2014 y 2022, mostró que más del 40% de las muestras evaluadas excedían los límites de plomo y cadmio establecidos por la legislación de California. En total, se analizaron 72 productos, de los cuales el 43% superó los niveles permitidos de plomo y el 35% rebasó los límites de cadmio. Sin embargo, no se detectaron niveles preocupantes de arsénico.
Este hallazgo es particularmente relevante para quienes consumen chocolate negro de forma regular. Si bien el riesgo para un consumidor promedio que ingiere una porción diaria es bajo, la exposición a estos metales pesados puede incrementarse notablemente en personas que consumen varias porciones al día o que combinan el chocolate con otros alimentos contaminados con metales pesados.
Sorprendentemente, los productos etiquetados como “orgánicos” no escaparon a este problema, presentando incluso niveles más altos de cadmio y plomo que los productos convencionales. Esto desafía la percepción común de que los productos orgánicos son inherentemente más seguros en términos de contaminación.
Los expertos detrás del estudio instan a una mayor vigilancia y regulación en la industria del cacao, y recomiendan a los consumidores estar informados sobre los posibles riesgos. Aunque la mayoría de los productos cumplen con las normativas de la FDA, estos hallazgos destacan la necesidad de continuar mejorando las prácticas de producción y la supervisión en la industria.
A medida que la seguridad alimentaria se convierte en una preocupación creciente para los consumidores, este estudio debería servir como base para futuras investigaciones y como un llamado a la industria para reforzar los estándares de calidad y seguridad.
